14 de Abril. Una fecha nostálgica para algunos, repudiable para otros e indiferente para cada vez más españolas y españoles que no encuentran en ella nada que rechazar o añorar.
Sin embargo, para los que no estamos en contra de tal o cual rey, sea corrupto, honesto o trabajador, ni aceptamos el derecho de herencia por la llamada “sangre azul”, sino que por un profundo sentido democrático y humanista creemos en la igualdad de todos los hombre y mujeres, este día actualiza el penúltimo intento de las mujeres y hombres de este país, de iniciar la construcción de una nueva sociedad en base a este sencillo pero rotundo principio, buscando la eliminación de todo privilegio o derecho inmutable como es la monarquía hereditaria, y proponiendo la elección democrática de quien encarna al conjunto de la ciudadanía.
La II República supuso el comienzo del sueño de muchas personas que luchaban por educar a un país sumido en la pobreza, la ignorancia y la opresión.
Las Misiones Pedagógicas, las escuelas rurales, las maestras y maestros recién salidos de “La Escuela Normal” o “La Escuela de Magisterio” tuvieron por fin en sus manos la oportunidad de hacer realidad ese sueño en España. La creación de las Misiones Pedagógicas supuso una continuación de la escuela más allá de las Escuelas Religiosas. Su objetivo era extender la cultura general y la educación a las aldeas, villas y lugares que lo necesitasen, pensando, principalmente, en la población rural pero también en la ciudadanía en general. Por supuesto hablamos de una educación pública, laica, gratuita y con un fuerte sentido social.
Actualmente ese legado continúa en los Colegios Públicos Rurales (CPR), que agrupan en un mismo centro, dirigido por un mismo equipo directivo, a varias escuelas situadas en pueblos que han ido perdiendo alumnado por el éxodo rural y por la baja natalidad. La idea es que la escuela, el edificio, se mantenga en su sitio (pueblo o aldea) como centro social, cultural, generador de vida e imán para familias con hijos.
Sin embargo, el sueño vuelve a tambalearse, pues estas escuelas rurales (CPR) se ven amenazadas por la falta de recursos destinados a la educación. Cuando, claramente, se trata de una educación de calidad: baja ratio, participación de las familias, profesorado implicado emocionalmente, instalaciones reformadas y actualizadas, implicación de la comunidad educativa y los ayuntamientos, recursos naturales (entornos privilegiados) materiales (al haber pocos alumnos se pueden dotar de tecnología y material manipulativo para todos) y recursos humanos: profesorado especialista en educación especial compartido con otros centros, agentes externos implicados con la educación (sanitarios, fuerzas de seguridad, empresarios…)
Los gobiernos insisten en que no son centros sostenibles debido al bajo número de alumnos, y luchan por reagruparlos en centros más grandes desplazándolos con transporte público a ciudades cercanas (o lejanas, según el caso) lo que supone para los niños estar muchas horas fuera de casa, desarraigo, carencia de servicios públicos en zonas rurales, despoblamiento y aumento de las zonas de la España vaciada.
Sigamos soñando, como hicieron nuestros antepasados republicanos, pero en voz alta, para que ningún pueblo, pedanía o aldea se quede sin su maravillosa escuela rural.
Así es como la asamblea ciudadana Gana Guadix os propone conmemorar esta fecha, como un proyecto, una oportunidad y un objetivo que desde lo local nos lleve a la igualdad de hombres y mujeres en todas las latitudes.